Tulio o Don Tulio, como también se lo conocía, era el anciano que se ocupaba de cuidar a Mateo siendo éste huérfano. Lo consideraba su abuelo. Vivía junto a él en un terreno baldío, y Mateo intentaba ayudarle a subsistir con limosnas y algunos productos del robo.
Cuando Justina y Bartolomé le ofrecieron incluir a Monito en la Fundación BB, éste ya ha sido avisado por el niño acerca de la verdadera naturaleza de la Fundación y se niega, hasta amenazándolos con las autoridades. Para proteger su reputación y al mismo tiempo apoderarse de la custodia del pequeño, Barto envía a Alberto Paulazo a asesinarlo. Sin embargo, los golpes que le propina no son suficientes y Tulio es llevado al hospital. Es ahí, ya estando internado, que Barto obstruye el paso de su respirador. Esto le causa alguna especie de complicación mortal, pero alcanza a vivir lo suficiente para encargarle a Tacho (quien había llevado a Monito a verlo) el cuidado de su nieto adoptivo.
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